Por fin nos llega el nuevo disco de TEENAGE FANCLUB, el noveno álbum de estudio (si no tenemos en cuenta el disco de versiones ‘The king’), y que se publica seis años después de ‘Shadows’ (PeMa, 2010). Son doce canciones de pop inmaculado que continúa con esa línea de madurez y de cálida elegancia que iniciaron tras ‘Songs from Northern Britain’ (Creation, 1997). Cierto es que aquí ya no encontrarás hits de la talla de sus primeros trabajos, pero eso no quita calidad a sus composiciones, mostrando ahora un cuidado igual (o mayor) en las melodías, y sin olvidar las preciosas armonías vocales con las que nos tienen acostumbrados el gran quinteto de Glasgow. El disco cuenta con maravillosos aunque discretos arreglos de cuerda, arpa y trompeta
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. En este último apartado, destacamos la aportación de Nigel Baillie, de CAMERA OBSCURA. Norman Blake, Gerard Love y Raymond McGinley siguen demostrando una veneración especial por las melodías, construyendo perfectas perlas de pop delicado y cristalino, con ligeros toques folk en ocasiones. El sonido, aunque con sello de identidad propio, está a medio camino entre clásicos como THE BYRDS o BIG STAR y bandas actuales como THE CLIENTELE, YO LA TENGO o BELLE & SEBASTIAN. El tempo, más ralentizado que en sus primeros trabajos, recuerda sobre todo al de sus dos últimos discos, ‘Man-Made’ (PeMa, 2005) y ‘Shadows’ (PeMa, 2010). Tres cuartos de hora que sientan como un bálsamo reconfortante a base de melodías aterciopeladas, guitarras luminosas y atmósferas llenas de romanticismo y agradable melancolía. Y como todos los buenos discos, cuanto más lo escuchas, más te gusta. Me llegó el CD y el vinilo firmado por todos los componentes del grupo, y es que son además unas de esas bandas que siempre cuidan a sus seguidores. Por cierto, el vinilo es transparente.
Mis favoritas:
1. I’m in love.
2. Hold on.
3. Steady state.