Último disco de PINK FLOYD, y espero que esta vez sea verdad, y es que aunque me declare fan del grupo, soy más de la primera etapa, la de Syd Barrett, y de la intermedia, la de la década de los ‘70 y ‘80, con ‘A momentary lapse of reason’ de 1987 como último álbum que suscitó mi interés. Pues bien, los PINK FLOYD de ahora andan reducidos al guitarrista David Gilmour y al batería Nick Mason, puesto que el teclista Rick Wright nos dejó en 2008 (y es a quién va dedicado el disco), Syd Barrett un par de años antes, en 2006 (aunque musicalmente varias décadas atrás), y Roger Waters dejó (y acabó enfrentado con) el grupo en 1985. ‘The endless river’ se ha realizado a partir de descartes del anterior disco de la banda, ‘The division bell’, fechado ya hace veinte años, y está dividido en cuatro “suites” con un total de 18 cortes. El disco es casi totalmente instrumental, y tenemos que esperarnos hasta el último corte, “Louder than words”, para escuchar la voz de David Gilmour, si bien antes, en “Talkin’ Hawkin” suena el procesador de voz de Stephen Hawking. Un disco prescindible y sólo disfrutable (con algo de esfuerzo) por fans que supongo que sean conscientes de que se van a enfrentar al peor disco de PINK FLOYD, pero que saben que al menos será el último.
Mis favoritas:
1. Louder than words.
2. It’s what we do.
3. Anisina.