Como es habitual, se celebran fiestas antes y después del festival Indietracks para que los grupos que vienen del otro lado del charco puedan minimizar gastos… Pues bien, el día antes del festival, en la sala The Maze de Nottingham, tuve el placer de ver a cuatro bandas, tres de las cuáles tocarían ese fin de semana en Indietracks. De CARS CAN BE BLUE tenía algún disco, y no me habían llamado mucho la atención hasta que les vi en directo, convirtiéndose en uno de los mejores grupos de la noche. Son un trío de Athens (Georgia), y claro, de una ciudad con enorme tradición musical, no podía salir un grupo mediocre. Hacen un punk-pop divertido y lleno de energía y sentido del humor que me recordaba a bandas como STORMCLOUDS, THE APPLES IN STEREO, RAMONES… con buenas melodías que se deslizaban sobre guitarras y bajos distorsionados. Se notaba además que eran americanos por sus pintas desaliñadas. Jeremy, el bajista, parecía encajar más en BLINK 182. Su vocalista, Becky, pidió al público que dibujaran un pene en un folio, y se lo entregaran después del concierto, para al final de la noche, poder hacer un mural con todos ellos. Una idea que, cómo no, encantó a Niall, batería de THE SPOOK SCHOOL que le pidió un folio para hacer uno de sus dibujos.
BIG WAVE tienen fantásticas melodías, y aunque se les nota faltos de rodaje, sus canciones son maravillosas.
Y llegó el momento de los escoceses THE SPOOK SCHOOL, los únicos de la noche que ya tenía vistos, y no por ello me dejaron de sorprender, y es que asisti atónito a uno de los mejores conciertos del año, porque estos cuatro jovencitos de Edimburgo son uno de mis grupos favoritos en directo. Son una apisonadora sónica, un verdadero terremoto sobre el escenario. Tienen grandes canciones y una actitud impresionante. Pegaron un cartel con cinta en el fondo del escenario, que por cierto, tapaba el logotipo de la sala, y es que lo que es pasar, nunca pasan desapercibidos. En cuanto a la vestimenta también fueron originales, y es que salieron todos con cintas adhesivas de colores pegadas a pantalones blancos, todos perfectamente uniformados, y decoraron incluso la guitarra de Adam igual que los pantalones. Por cierto, Adam, que debe ser el benjamín de la banda, saltó más que nunca..
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. Y los cuatro se animaron a cantar, bueno, Niall, el batería, más bien a charlar entre canción y canción… con ese fantástico sentido del humor que siempre le caracteriza y que tanto se agradece.
Y bien, ya no sé si porque venían tras THE SPOOK SCHOOL o porque no me llaman demasiado la atención, igual que en disco, TUNABUNNY fueron los que menos me llegaron de la noche, aunque al final pareció que lo arreglaron, cuando Brigette Herron dejó la guitarra y se puso a la batería, y se marcaron un tema de más de diez minutos con un punto de psicodelia muy chulo, con su batería, Jesse Stinnard, recolocado al bajo, y con accidente (caída) incluído al lanzarse a tocar al público y tratar de volver al escenario sin saber dónde pisaba.
A destacar: El conciertazo de THE SPOOK SCHOOL, uno de los mejores del año seguro!