Segundo álbum del extraordinario cuarteto de Brighton, con esa psicodelia particular que destilan, y que los hace únicos y encantadores. Una voz, la de Jason, conmovedora como pocas en el actual panorama musical, acompañadas de unas guitarras sencillas pero originales, al igual que las melodías, que gozan de ese halo psicodélico y mágico. A veces también se permiten adornar las canciones con sutiles y bellos arreglos de cuerda. Por momentos las voces predican sobre atmósferas de teclados que te trasladan a vastos campos en cualquier parte de Inglaterra. Un disco precioso, estremecedor y lleno de momentos escalofriantes. Tienen algo que les hace ser únicos, sutilmente hermosos y para mí están entre lo mejorcito del año.
Mis favoritas:
1. Almost the same.
2. Come into the darkness.
3. The mind is evil.