Festival de READING 1999. Reading (UK) (27-28-29 de Agosto de 1999)
Era la primera vez que voy al prestigioso Festival de Reading, y desde luego que no será la última… el ambiente es fenomenal, pero más heterogéneo que el de Benicásim, en cuanto a grupos y también en cuanto a público, más colorido.
Es un festival que ha ido creciendo también año tras año, siendo ya un macro-evento donde acuden más de 75000 personas cada año.
Los horarios de los conciertos también son distintos a los de los festivales españoles, puesto que empiezan las actuaciones a las 11:30 horas de la mañana, y acaban antes de las 23:30 horas de la noche, y además hay 4 escenarios simultáneos de conciertos, siendo uno de ellos dedicado al dance, y de los otros tres, pues a elegir, porque evidentemente, no se puede ver todo. Hay que elegir entre el escenario principal, y las dos carpas.
Una particularidad es que los grupos que no son de las islas, sobre todo los americanos, no reúnen a tanta gente, como sí que reunirían en un festival español, y me refiero a grupos de la talla de Pavement, Fountains of Wayne, etc…
Ya en lo estrictamente musical, pasa como en España, que en los escenarios pequeños se disfrutan mucho más los conciertos, se ven desde más cerca, son más familiares, y se descubren a nuevos grupos, mientras que el escenario principal reúne a las grandes figuras, y consecuentemente, a la gran masa de público…
El viernes fue el día que menos público fue, lo que se agradece bastante a la hora de disfrutar las actuaciones. Nada más llegar al recinto fui directamente a la carpa pequeña donde disfruté con el pop melódico, frágil y elegante de un nuevo gran grupo llamado The Motorhomes, que tienen tan solo un single editado, y me causaron una muy grata impresión.
Habrá que seguirles la pista. En este escenario el viernes se pudieron degustar ofertas muy interesantes, como las Chicks, que a pesar de tener ciertos problemas con el sonido, su actitud dulce y rebelde a su vez me conquistó a la primera.
Marine Research estuvieron tan bien como en Benicassim, derrochando deliciosas melodías pop, presentando las canciones de su recién editado disco «Songs From The Gulf Stream» que en UK distribuye K, y que salió mucho después que aquí lo sacara Elefant.
No pude ver a Black Box Recorder, porque coincidía con Stereolab, y además, ya les había visto en Benicásim y la noche anterior en Londres, en una iglesia llamada Union Chapel, y eso que teloneaban a Smog, que aunque estuvieron bien, me quedo con las atmósferas que crean Sarah, Luke y John en directo, y sobre todo, en una iglesia.
Antes de pasarme por el escenario mediano me di una vuelta por la carpa dance, para ver a Cuba, y la verdad es que fueron una gran sorpresa para mí, al tratarse de una banda de verdad, con batería, bajo, guitarras, teclados, voz femenina, etc… lástima que no reunieran a mucha gente porque ofrecieron un gran concierto…
El escenario mediano, o la carpa grande, que es lo mismo, sería lo mejor de este día. Allí tocarían Paradise Motels primero, que me los perdí ese día y la noche anterior, que también tocaron junto a Black Box Recorder y Smog, y que no llegué a tiempo. Luego actuaron Bellatrix, un grupo formado por chicas, que no estaba mal, pero que tampoco me sorprendieron, haciendo un pop con tintes comerciales.
Luego fueron Clinic, que tampoco estuvieron mal, aunque los primeros que me impactaron realmente fueron Add N To X, que llegaban a utilizar los sintes analógicos como si fueran verdaderas guitarras, y donde demostraron que se puede hacer rock con una masiva y exclusiva aportación de viejos y preciados sintetizadores analógicos. Bis hicieron un gran concierto, muy intenso, enérgico y saltarín como el de Benicásim, y la carpa estaba llena. Puressence son una gran sensación allí y pronto despuntarán. Reunieron a un montón de incondicionales.
Sonaban bien, herederos del sonido Manchester, pero le faltaba algo de carisma al vocalista, aunque no estaban mal, y habrá que verlos en más ocasiones, pero me gustaron mucho más Guided By Voices, que hicieron un gran concierto, demostrando que se encontraban muy a gusto en el escenario. Luego actuaron The Fall, pero los oí de lejos porque la carpa estaba llena, aunque a partir de ahí, ya no abandonaría esa carpa, porque el plato fuerte el primer día estaba en ese mismo escenario, donde cerrarían Stereolab, The Jon Spencer Blues Explosion y Elastica.
Stereolab me metieron dentro de su mundo y es que hicieron un gran concierto, sonaron muy bien, y mostraron lo mejor de su repertorio.
Luego le siguieron The Jon Spencer Blues Explosion, que estuvieron incluso mejor que en Benicassim, puesto que fue un derroche total de energía y de blues actualizado a los 90 durante toda su actuación.
Y ya, las estrellas del día, o de la noche, aquel grupo del que no se sabía nada desde hace tiempo, y que no pisaban los escenarios desde hacía 3 años: Elastica. Por fin volvieron a tocar, con algunos cambios en la formación, y repasando su único impresionante disco de debut, y el nuevo EP que habían editado hacía unos días. No se lo perdió ni Jarvis Cocker, que estuvo de invitado viendo el concierto arriba desde el lateral del escenario. Al final, tuvieron que salir de nuevo a hacer un obligado bis.
En el escenario principal ese día hubo un gran cartel, pero algunos de los grupos me los perdí, por estar concentrado en la carpa grande, como The Chemical Brothers y The Charlatans, que había ya visto hacía tres semanas en el Festival de Benicásim, y que serían cabezas de cartel este primer día. Reef no me decían nada, al igual que Space, que tienen algún que otro tema divertido, pero nada más. Apollo 440 me decepcionaron completamente, y a Echo & The Bunnymen les pudo ver apenas dos canciones, aunque no me defraudaron. Sólo me detuve en The Dandy Warhols y Gene.
The Dandy Warhols estuvieron muy simpáticos y agradecidos con la prensa británica y con los allí presentes a esas horas del mediodía. Al ser americanos no tuvieron tanto público, y a los que nos gustaban sus canciones pudimos disfrutarlos sin mucho público en el escenario principal.
Gene actuaban inmediatamente después e hicieron un concierto espléndido, pero muy corto. Tocaron canciones de todos sus discos, y Martin Rossiter estuvo impecable, con una actitud muy positiva y agradecida hacia sus fans, entre los que me cuento.
El sábado fue otro día repleto de grandes sorpresas y de mejores momentos. Empezaron a sorprenderme otra vez muy temprano nuevos grupos del escenario pequeño, el «Carling Premier«, como Rocking Horses, con chica al frente, y que aunque sólo pude llegar a la última canción, bastó para detectar en ellos un encanto naif que me sedujo. Tendré que seguirles la pista, al igual que al grupo que vendría después, que fueron los islandeses Silt, con un pop energético pero muy melódico que me recordaron a bandas como Weezer. Era imposible abandonar el escenario pequeño, porque uno tras otro, me sorprendían todos los grupos
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. Después serían Venini los que subieron al escenario, la banda del ex-Pulp Russell Senior a la guitarra, acompañado de Debbie Lime a la voz, que me transmitía bien poco, y bajaba el nivel de las canciones del grupo.
Tras ellos, actuaron Quasi, que son sólo dos: una chica a la batería (la Sleater-Kinney Janet Weiss que habían tocado unas horas antes en el escenario principal) y un teclista-voz, Sam Coombes, cuyo teclado sonaba como una guitarra distorsionada, y cuyas canciones, a pesar de ser sólo dos, sonaban a una banda entera. Me gustaron mucho.
Ya por la tarde, y después de visitar otros escenarios, volví para ver a la buena copia de The Verve, llamados Witness, incluso son también de Wigan, pero que a pesar de la similitud musical, y sobre todo, de la voz de su cantante con la de Richard Aschroft, contaban en su repertorio con buenas canciones propias que no tenían que envidiar nada a las de sus maestros.
Luego vendrían The Webb Brothers, con los que disfruté muchísimo. Me recordaron a Super Furry Animals filtrados por la etapa más psicodélica de The Beatles, con unos coros muy conseguidos y creando una atmósfera muy especial. The Delgados tuvieron algunos problemas de sonido y me gustaron más en Benicassim, pero aquí no decepcionaron. Y cerraron este día el escenario pequeño unos formidables Cinerama, que me hicieron vibrar con sus canciones y sonaron realmente bien.
Este día, sin embargo, la carpa grande no me sorprendió tanto como el día anterior. No me gustaron grupos como Fungus o Ten Benson. Estos últimos me parecieron incluso unos payasos. Aunque sí que estuvieron muy bien, sin embargo, My Life Story: otro concierto espectacular, vibrante, sonando épicos y muy bien acompañados de un cuarteto de cuerda y una sección de viento.
Six By Seven desarrollaron su psicodelia poco a poco, metiendo a la gente progresivamente en la intensa espiral de sonido que iban creando… en directo se crecen muchísimo.
Symposium, seguidamente, estuvieron apoteósicos, aunque era de suicida intentar verlos en las primeras filas, puesto que con su arrollador directo y la gran masa de público que reúnen, la carpa grande se les quedó pequeña y la gente no paraba de botar durante todo el concierto, que en ningún momento bajó de intensidad… e incluso salió Suggs, de Madness, a cantar un tema con ellos. 3 Colours Red ofrecieron su concierto de despedida, pues tras éste se disolvían como banda. No me llamaron la atención.
El sábado fue el mejor día en el escenario principal, a pesar de que me perdí a Atari Teenage Riot y hubo algunas bandas que me gustaron bien poco, como Sleater-Kinney, o Beth Orton, esta última me aburriría bastante con su folk de cantautora plasta. Tampoco me gustaron Fun Lovin´ Criminals ni Catatonia, que me parecían excesivamente comerciales y evidentes, cercanos los últimos incluso a las Spice Girls. Sin embargo, sí que me gustaron Sebadoh y Pavement, que estuvieron espléndidos y simpáticos, esforzándose como casi todos los grupos americanos por agradar al público británico. Y la sorpresa agradable de la tarde fueron The Divine Comedy, estando también muy agradecido y encantador Neil Hannon con tod@s sus fans, ofreciéndonos su mejor repertorio y regalándonos una versión del All Mine de Portishead, además de estar muy hablador. Y cerraron la noche Blur, como cabezas de cartel este día, que jugaban en casa, e hicieron un gran concierto esta vez, con un recinto lleno hasta los topes y donde dejaron caer muchos de los éxitos de toda su carrera, tocando casi dos horas, y teniendo que salir hasta dos veces para hacer bises, y con una actitud muy cercana al público, además de ir acompañados de una sección de cuerda, viento y coristas, o sea, todo lo contrario que en el Festival de Benicassim.
El último día tenía un color distinto. Se veían menos poppies por el recinto, puesto que el escenario principal reuniría a grupos como Pitchshifter, Feeder, Sick Of It All, The Offspring, Terrorvision, Backyard Babies, etc… siendo cabeza de cartel Red Hot Chili Peppers, por lo que sólo de camino de una carpa a otra me detendría algún minuto para comprobar el ambiente del escenario principal, aunque tengo que reconocer que incluso llegué a disfrutar algunos minutos con The Offspring, Terrorvision y Red Hot Chili Peppers, pero preferí este día centrarme más en las dos carpas, que tenían mejor menú. Incluso también la carpa dance daba cabida este día al Vans Warped Tour, donde actuarían Pennywise, Ice T, Hepcat, Suicidal Tendencies, etc…
Aunque me perdí los primeros grupos de la mañana por culpa de entrar a una increíble feria del disco que había cerca de la entrada al recinto y donde se podían encontrar grandes discos a unos precios de risa, y joyas que aquí ni se editan, una vez que llegué al recinto, me dirigí a la carpa grande a coger sitio para ver a The Auteurs, que hicieron un concierto memorable, tocando temas de todos sus discos, aunque olvidaron la increíble Showgirl que tanto me apasiona.
Luego tocarían Fountains Of Wayne, que hicieron otro concierto 10, con una energía y simpatía sólo propia de grupos americanos que se encuentran muy a gusto en este festival. Sonaron muy bien y nos hicieron vibrar interpretando casi al completo su primer sensacional álbum, y tocando algunas de su segundo.
Luego Arab Strap estuvieron muy bien también, intentando introducirnos en sus enfermizas y tensas atmósferas.
Me pasé a dar una vuelta por la carpa pequeña para ver a Younger Younger 28s, que eran tonti-pop inglés, pero más cercano a Pimpinela que a Meteosat, y no me gustaron casi nada. El cantante era un payaso. Sí que me gustaron sin embargo Dark Star (mucho mejor que en Benicásim) y Subcircus, que tenían grandes canciones con algún extraño toque glam, y otras no tan buenas, aunque la gran sorpresa de este escenario el domingo fueron Cornelius, una auténtica apisonadora pop japonesa, con una gran actitud y con composiciones de muy alto nivel.
Después ya volví a la carpa grande a ver a Flaming Lips, que fueron de los que grupos que más me sorprendieron de todo el festival. Me tuvieron impresionado durante toda su actuación, deseando que no terminara nunca. Y encima nunca había escuchado antes una canción suya. Me recordaron algo a Mercury Rev, pero en directo, Wayne adoptaba un papel distinto en cada canción. El concierto era como una obra de teatro, llena de personajes distintos y de todo tipo de detalles en su representación, como varios guiñoles que cantaban con él, o una pantalla gigante detrás de ellos en el escenario, donde a veces se veían imágenes psicodélicas, otras veces se veía a Wayne con la cara llena de sangre, y otras veces se veía tocando al batería que no existía pero que sí sonaba. Finalmente salieron Mansun, que congregaron a cientos de fans adolescentes que no paraban de corear todas las canciones, y que ellos supieron gratificar con un gran concierto, del que yo sólo disfruté algunas canciones.
En fin, una cita interesante en la que se pueden ver muy buenas iniciativas, grupos que darán que hablar dentro de unos meses, y otros que confirman por qué son cabezas de cartel en muchos de los festivales que se hacen a lo largo del año.